Desprendimiento de Retina y desgarros retinianos

Un desprendimiento de retina es un problema muy grave que casi siempre causa ceguera si no es tratada. La aparición de destellos de luz, objetos que flotan, o una cortina gris en movimiento a través del campo de visión son todas las indicaciones de un desprendimiento de retina. Si cualquiera de estos síntomas, consulte a un oftalmólogo de inmediato.

A medida que uno envejece, el vítreo, la clara sustancia gelatinosa que llena el interior del ojo, tiende a contraerse ligeramente y adquiere una consistencia más acuosa. A veces, a medida que el vítreo se encoge, ejerce suficiente fuerza sobre la retina para hacerla rasgar.

Las lágrimas retinianas aumentan la posibilidad de desarrollar un desprendimiento de retina. El fluido vítreo, que pasa a través de la lágrima, levanta la retina del fondo del ojo como un papel tapiz que se desprende de la pared. La cirugía con láser o la crioterapia (congelación) a menudo se usan para sellar los desgarros de la retina y prevenir el desprendimiento.

Si se separa la retina, se debe volver a colocar antes de sellar el desgarro retiniano. Hay tres maneras de reparar los desprendimientos de retina. retinopexia neumática implica la inyección de una burbuja de gas especial en el ojo que empuja sobre la retina para sellar el desgarro. El procedimiento de la hebilla escleral requiere que el fluido a ser drenado de debajo de la retina antes de una pieza flexible de silicona se cose en la pared externa del ojo para dar soporte a la rotura mientras se cura. La vitrectomía elimina el gel vítreo del ojo, reemplazándolo con una burbuja de gas, que se reemplaza lentamente por los fluidos del cuerpo.