El amor y el apoyo mitigan mucho el efecto negativo del estrés. Una familia amorosa, amigos y una comunidad de práctica tienen profundos efectos curativos en el cuerpo. Encontrar un grupo de apoyo cuando se trata de una pérdida a través de un grupo de duelo o encontrar un grupo de apoyo para cuidadores, por ejemplo, cuidadores de parientes con demencia o encontrar un grupo de apoyo para pacientes que padecen enfermedades graves como cáncer o esclerosis múltiple o enfermedad de Parkinson puede ser muy útil tanto emocionalmente como incluso puede ralentizar la progresión de la enfermedad. Además, las fuertes conexiones sociales mantienen nuestras mentes más saludables y ayudan a prevenir la demencia (además del ejercicio y una dieta saludable).
Además de recibir cuidado y amor, dar cuidado y amor también es muy sanador. Por ejemplo, ser voluntario, hacer actos de bondad aleatorios o no aleatorios también puede hacernos sentir mejor, mejorar la depresión e incluso mejorar nuestra salud en general. Porque aunque hay investigaciones que postulan que el 50% del nivel de felicidad de las personas está determinado genéticamente, como se menciona en este artículo por Medicina de Harvard, todavía queda un 40 % que está bajo tu control (el 10 % restante depende de las circunstancias). Se ha demostrado que el voluntariado mejora no solo la salud mental pero también la salud física. De acuerdo a un estudio del 2020 realizado durante 4 años, se encontró que las personas que se ofrecieron como voluntarias más de 100 horas al año tenían “un riesgo reducido de mortalidad y limitaciones en el funcionamiento físico, mayor actividad física y mejores resultados psicosociales (mayor: afecto positivo, optimismo, propósito en la vida; menor: síntomas depresivos, desesperanza, soledad, contacto poco frecuente con amigos)”
Cultivar la gratitud todos los días, lo que significa sentir y experimentar las cosas buenas de nuestra vida, pequeñas cosas como no tener dolor de muelas, ver y oír, apreciar una sonrisa (al lado de sentir pena y tristeza que también son parte de la vida) , es una práctica crucial para desarrollar la paz interior, la felicidad y una sensación de asombro que también es curativa.